1. Optimización del Espacio: Aprovecha al máximo el espacio disponible en las dos paredes adyacentes. Organiza los gabinetes y electrodomésticos de manera eficiente para crear un flujo de trabajo lógico.

2. Distribución Funcional: Divide la cocina en zonas de preparación, cocción y lavado. Coloca la estufa y el fregadero en diferentes secciones de la "L" para facilitar el movimiento y la organización.

3. Almacenamiento Estratégico: Diseña gabinetes y almacenamiento estratégicos para aprovechar cada rincón. Considera cajones deslizables, estantes ajustables y soluciones inteligentes para esquinas.

4. Iluminación Focalizada: Instala iluminación focalizada sobre las áreas de trabajo, como cubierta y zonas de cocción. La iluminación empotrada o colgante puede agregar un toque estilizado.

5. Espacio para Comedor: Si es posible, reserva una esquina o un área para incorporar una zona de comedor. Puedes utilizar una mesa pequeña o una barra con taburetes.

6. Colores Coordinados: Mantén una paleta de colores coordinada en toda la cocina. La coherencia en los colores crea un aspecto armonioso y visualmente atractivo.

7. Flujo Visual: Piensa en el flujo visual al seleccionar el diseño de los gabinetes y las cubiertas. Los patrones y colores uniformes pueden hacer que la cocina parezca más espaciosa.

8. Organización del Flujo de Trabajo: Planifica la disposición de los elementos según el flujo de trabajo natural al cocinar. Coloca utensilios y utensilios de cocina cerca de las áreas de preparación y cocción.